Para tí no habrá ya sol,
para tí no habrá ya muerte,
para tí no habrá ya dolor,
para tí no habrá ya calor,
ni sed, ni lluvia, ni aire,
ni enfermedades, ni familia...
Nada podrá atemorizarte,
todo ha concluido para tí,
excepto una cosa :
El cumplimento del deber,
en el puesto que se te designe,
ahí quedarás, por la defensa de la nación,
de tu pueblo, de tu raza, de tus costumbres,
de tus leyes y de tu religión.
¿ JUARAS CUMPLIR CON EL MANDATO DIVINO ?