Crcónica de una Negociación.
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(Artículo tomado de la "GACETA UAN", año III,
número 26, marzo 8 de 1999.)
La amenaza de huelga que acabamos de experimentar no tenía
precedentes en el pasado inmediato.
Los únicos antecedentes
eran las grandes huelgas que el STESUAN había estallado
en 1977, 1978 y 1979 que culminaron con el asesinato
de tres trabajadores y los movimientos huelgistícos
del SPAUAN en contra del rector Lic. Germán Rodríguez
Jiménez y del rector Ing. Salvador Villaseñor
Anguiano con evidentes tintes políticos y
no vinculados a una negociación salarial como la actual.
De allí que resultara suspicaz el hecho de sacar
las banderas rojinegras en un contexto donde la política
neoliberal ha fijado los topes salariales como la
principal arma contra los sindicatos y como camisa de
fuerza a las instituciones que dependemos del
subsidio público.
El preludio.
Con el antecedente de haber jugado en contra durante
el proceso de sucesión rectoral, el secretario general del
SPAUAN inició una relación institucional con la rectoría
donde fundamentalmente privaba la desconfianza.
Mi visita a las oficinas del sindicato y la claridad de
las posiciones de ambos acerca de problemas tan
urgentes de resolver como los aviadores, los servicios
médicos, la homologación salarial y el fondo de pensiones
y jubilaciones encontraron eco en los dirigentes sindicales
quienes manifestaron estar de acuerdo en trabajar
junto con la rectoría en su solución.
A partir de allí, la desconfianza mutua comenzó a
disminuir.
De agosto a diciembre de 1998, la relación progresó, debido a la
solución de problemas realmente graves como la prestación de
servicios médicos, que mejoró notablemente, a partir de que
entró a la dirección de los mismos el Dr. Adolfo Romero
Garibay. Tanto, que ni siquiera los críticos más recalcitrantes
tuvieron oportunidad de descargar sus frustraciones.
Los únicos afectados fueron quienes en el pasado tenían
privilegios que habían sido conseguidos con presiones,
tráficos de influencias y en el mejor de los casos por
costumbre.
Durante ese tiempo, se efectuó el estudio actuarial
que nos determinó, que de continuar con el mismo
sistema de pensiones actuales (esto es que sigamos
pagando las jubilaciones dinámicas) todos los trabajadores
de la universiadad, académicos y administrativos, tendríamos que
aportar el 48 % de nuestro salario para seguir sosteniéndolo,
sin contratar una persona más.
Dicho estudio, fué presentado, en el salón de rectores,
a los miembros del comité central del SPAUAN al mismo
tiempo que a los principales funcionarios del área
administrativa de la rectoría y los acuerdos tomados durante
esa reunión fueron los de iniciar pláticas tendientes a la
formación de un fondo de pensiones que conjuntara un fondo
colectivo, capitalizable, y un sistema de cuentas individuales
tipo Afores.
Andante cantabile con el gobernador.
Durante el mismo mes de diciembre de 1998, se había cubierto el trámite
de emplazamiento a huelga de parte del sindicato y la primera
plática, informal, de pasillo, había sido la de esperar la
negociación en otras universidades para fijar el monto de
aumento.
Bastante normal para un ambiente de trabajo conjunto. Antes
de salir de vacaciones, Ildefonso me confió que el 9 de
diciembre, el Gobernador del Estado de Nayarit, Don
Rigoberto Ochoa Zaragoza le había prometido ayudarnos
para superar el problema de la homologación salarial, lo cual
me pareció bastante bueno.
Para esto, luego de una serie de medidas restrictivas que afectaron
a las escuelas y las dependencias, los pagos de diciembre se
realizaron en tiempo y forma, cuidadosamente en forma, pues los
duendes diabólicos, que nadie ve, pero que todos escuchan,
comenzaron a esparcir el rumor de la posibilidad de que varios pagos
no se efectuarian, entre ellos la prima de antigüedad pactada en
la negociación contractual de 1998;
falso, pero el primero del año; por más que salí
al paso de tal libelo, el chisme corrió y solo fue acallado
por la realidad.
1999 comenzó para nosotros con renovadas esperanzas, el 2 de
enero el gobernador, Don Rigoberto Ochoa Zaragoza
nos recibió junto al SPAUAN en palacio de
gobierno y nos impulso a platicar entre nosotros y trabajar para
llegar a un mejor arreglo en las diferencias, sobre todo en lo
referente a la deshomologación de salarios.
La plática fué muy rara; aún cuando el sindicato traía un estudio
sobre la diferencia de los salarios con otras universidades
del país y yo había preparado un documento sobre la
diferencia de los salarios de la UAN con el modelo SEP-SHCP,
el gobernador prácticamente nos dijo que debiamos empezar a
tomar medidas drásticas en la administración como evitar las
condonaciones y reconsiderar la plantilla laboral,
que estaba muy alta y por último, nos dió una cita para el 12
de enero en Casa de Gobierno.
Ildefonso se mostró satisfecho y a mi me dió un ataque de
escepticismo ante lo que suponía una verdadera dificultad
para que nos otorgaran recursos financieros para
enfrentar una demanda de homologación mayor al tope
salarial que para esa fecha se sabía era del 17.9 %
La reunión del 12 de enero fue más estraña todavía,
en Casa de Gobierno el gobernador, Don Rigoberto Ochoa Zaragoza
nos recibió acompañado
de Abel Ortíz, subsecretario de Egresos y éste realizó una
serie de señalamientos que inició desde la cuenta de
los recursos que gobierno del estado ha proporcionado a la
UAN durante el presente sexenio hasta una serie de críticas
sobre la forma como manejamos los ingresos y egresos en la
Universidad Autónoma de Nayarit; de nuevo, el exceso en la platilla laboral,
el desorden en el control de los ingresos propios
en las escuelas y departamentos, las excesivas condonaciones
a los estudiantes lo cual no permitía, de acuerdo a su punto
de vista, que la institución saliera adelante.
Posteriormente, sin que ninguno de los presentes hiciera
uso de la palabra, Don Rigoberto Ochoa Zaragoza
planteó que deberíamos
hacer una revisión a fondo de las finanzas de la Universidad Autónoma de Nayarit,
empezando por las nóminas y quien tuviera que salir, saldría
, para lo cual ofrecía que se licitara una auditoría externa
y que nos sometieramos a ella, "debemos buscar en los
intestinos de la Universidad Autónoma de Nayarit", dijo.
Ante esa propuesta, que evidentemente contrastaba con lo que
Ildesonso me había dicho, contesté al gobernador que seria muy
sana la auditoría para la Universidad Autónoma de Nayarit, pero que ésta tendría que
hacerse de forma consensada por los universitarios y mediada por el
Consejo General Universitario, porque el mecanismo tocaba
un punto muy delicado como lo es la Autonomía de las
instituciones y por ello, habría que tener mucho cuidado;
ante ello, el dirigente del SPAUAN no comentó nada.
Al salir de la reunión, interpretamos esa posición como una negativa
virtual a la propuesta que le haciamos de aportar 5 millones de pesos
para que el incremento al salario fuera de 24 %, pues la Universidad
Autónoma de Nayarit
pondria el 1.1 % adicional al 17.9 % como una prima de
homologación,"ustedes se fueron por el camino más fácil, deben
dar algo a cambio", nos había dicho el mandatario.
Andante maestoso con la SEP.
Al no encontrar eco en Gobierno del estado de Nayarit, dirigimos nuestra vista a la
Secretaría de Educación Pública y realizamos gestiones
con Víctor Areita, Director del Subsidio e Ildefonso
habló con Heriberto Ortíz Vera, director de Información,
ambos funcionarios de la subsecretaría de Educación Superior
e Investigación Científica.
De la gestión ante ellos resultó un documento que nos informaba
que el proceso de deshomologación había comenzado en 1985
cuando entonces el dirigente del SPAUAN
Lic. Héctor M. Béjar Fonseca, se había negado a
homologarse al modelo SEP debido a que las prestaciones
que gozabamos eran superiores a las que el modelo ofrecía.
Por otra parte, nos informaba que nuestra plantilla de personal
académico era superior a la autorizada en más de 200 plazas
y sugería una evaluación completa de la misma;
ante esa respuesta, también lo consideramos como una negativa y
sugerí a Ildefonso esperar nuevas condiciones.
Para esto, el ambiente político externo estaba bastante
complicado; los ocho aspirantes del PRI a la gobernatura
(Félix Torres Haro, Salvador Sánchez Vázquez,
Ramón Navarro Quintero, José Luis Medina Aguiar,
Alberto Tapia Carrillo, Liberato Montenegro Villa,
Alvaro Vallarta Ceceña y Lucas Vallarta Robles),
se hacían pedazos entre ellos y los dirigentes del SPAUAN y
SETUAN tomaban partido por uno de ellos, don Felix Torres,
que evidentemente no contaba con las simpatias oficiales;
ésta situación sin duda, contaminó el proceso de
negociación y cerró muchos caminos para resolver el
problema.
Andante sostenutto, gobierno, UAN, sectores.
Para ese momento, habiamos decidido conjuntamente con el sindicato,
posponer el estallamiento de la huelga al día 16 de febrero
de 1999.
Solicito, ahora yo solo, una reunión con el gobernador
Don Rigoberto Ochoa Zaragoza que me fué
concedida para la mañana del dia 10 de febrero;
en esa audiencia, le pido su ayuda para resolver el problema
y me envía con Gilberto Martínez, secretario de Finanzas para
ver la manera de afrontarlo, advirtiendo de antemano que no había
dinero y que necesitabamos dar algo a cambio.
Me siento confiado ante la respuesta y me reuno el lunes 15 de febrero con
don Gilberto, mismo que me comenta su propia experiencia de enfrentar
la ineficiencia financiera y administrativa en el gobierno
y la forma como enfrentó grandes resistencias por parte del
sindicato y de los diferentes niveles administrativos.
La respuesta al planteamiento en partícular es contundente.
"El recurso no está programado", "tendriamos que quitar dinero
para obras a comunidades", "el año es financieramente difícil
porque tenemos que aportar las prerrogativas a los
partidos políticos", "pero Don Rigoberto Ochoa Zaragoza
tiene la última palabra".
Agradeciéndole la claridad con que nos había expuesto las cosas
quedamos de vernos posteriormente para que él consultara
con Don Rigoberto Ochoa Zaragoza; era evidente que no
había nada claro.
El 16 de febrero impartí una conferencia en la Facultad de derecho sobre la
historia de la Universidad Autónoma de Nayarit, donde advertía que los conflictos en la
institución durante los treinta años de existencia
habían sido provocadas por la intervención de fuerzas externas
a la Universidad Autónoma de Nayarit y por la pretensión, siempre presente, de los
gobernantes de intervenir en la institución de educación
superior.
El 17 de febrero, participé junto al comité ejecutivo de SPAUAN y con Ildefonso
en el presidium en un homenaje al Lic. Armando Trigueros en un
ambiente de franca camararería y de esfuerzo conjunto, nunca pensé
que en dos semanas ellos mismos estarían tratando de confrontarse
conmigo en un vuelco de 180 grados.
El 20 de febrero, conjuntamente con el SETUAN, con la FEUAN y con el SUNTUAN,
rendimos homenaje a los trabajadores caídos en 1979 defendiendo sus
derechos laborales, no sólo imponiendo una ofrenda floral en el lugar
en donde fueron masacrados sino haciendo un manifiesto público para
que eso nunca volviera a pasar en la institución.
El 23 de febrero, me reuní con Ildefonso en el Chics, le comenté que la respuesta
tanto de la SEP como de gobierno del estado era negativa, que lo
único que había conseguido de la subsecretaria era una promesa de
recursos adicionales para los Becarios del Programa de Carrera Docente
1998, porque el programa 1999 se regiría por un nuevo reglamento.
Me contestó que esos recursos no importaban porque sólo favorecian
a pocos maestros del nivel superior y me salió con la sorpresa
de que había renovado sus esperanzas en la promesa de que el
gobernador Don Rigoberto Ochoa Zaragoza
le había hecho en diciembre de 1998 y que teniamos que hacer
algo para "que nos hicieran caso".
Comprendí entonces que la situación se pondría difícil la siguiente
semana; le pedí por primera vez que me dejara hablar con los delegados antes
del estallamiento de la huelga : El silencio fue la respuesta.
Alegro moderato; firma con el SETUAN,
compromiso y responsabilidad histórica.
El 24 de febrero, llegamos a un acuerdo con el SETUAN;
la comprensión de parte de los
delegados a la difícil situación era evidente.
El dirigente del SETUAN había
consultado varias veces con su base la decisión y la conciencia de
la base administrativa llevó a pactar el aumento del 17.9 % que la
SEP ya nos había autorizado, giraba alrededor el fantasma de la
huelga de la Universidad Iberoamericana" que había levantado
su huelga con el 18 % de aumento y con el 50 % de los salarios
caidos, así como los diferentes sindicatos que habían
pactado después de
varios dias de huelga con el incremento del tope.
Se asentaron compromisos de no despedir trabajadores administrativos,
de revisar las plazas "B", de continuar con el proyecto de la
primaria y de otras prestaciones como los uniformes secretariales y otras
cosas más.
Obviamente estaba presente la cláusula que da a los trabajadores
administrativos la posibilidad de disfrutar cualquier aumento
conseguido en el ámbito nacional o institucional;
cualquier incremento conseguido por el SPAUAN sería adjudicado también
al SETUAN.
El 25 de febrero, volví a desayunar con Ildefonso le comenté que aún no recibía
la respuesta esperada de parte de don Gilberto Martínez .
De la meza del Chics, nos comunicamos a México y a la Secretaria de
Finanzas sin ningún resultado positivo.
Nos fuimos a la ignauración de los juegos del aniversario del SPAUAN
donde reiteramos el esfuerzo conjunto y donde le aseguré que el rector
no haría nada en contra del sindicato y que esperaba que el sindicato
no hiciera nada en contra de la Universidad Autónoma de Nayarit.
Al acto, realizado en el Mesón de los Deportes, asistieron muy pocos maestros,
fundamentalmente delegados sindicales, directores y funcionarios
y fue muy bien animado por una porra de estudiantes de la Preparatoria
Uno.
Ese mismo día acordamos que en la junta de avenimiento a realizarse
el viernes 26 ya no prorrogaríamos la fecha de estallamiento, esperando,
según Ildefonso, que hubiera una respuesta positiva de parte de
gobierno del estado.
Andagio Lamentoso;
prehuelga, rumores y maniobras.
El lunes primero de marzo de 1999, la situación ya era de
pre-huelga; un maestro de la
Facultad de Derecho, muy apegado al sindicato, había dicho que el
rector había acusado a los maestros de muertos de hambre
y que el
aumento salarial debía ser sustancialmente mayor al 21 % que las
autoridades habían ofrecido.
El doble lenguaje de las viejas prácticas políticas de nuestro sistema
comenzaba a armarse;
era evidente que ya no podía expresarse así de los maestros
por la sencilla razón de formar parte de los mismos, nunca
sin un trabajo fuera de la Universidad Autónoma de Nayarit, ni de ingresos adicionales
al del sueldo de acádemico.
¿Porqué entonces habría de expresarme como un patrón que desprecia
a sus trabajadores ?
La guerra sucia comenzaba y tejió en mí la desconfianza;
Nunca había ofrecido el 21 % y el porcentaje adicional de 1.1 %
planteado al sindicato había sido hecho antes de la reunión del día
12 de enero con el gobernador Don Rigoberto Ochoa Zaragoza;
a lo largo del siguiente día, ese rumor fue "corrrido"en
la Ciudad de la Cultura y sirvió para justificar las
maniobras de dejar las banderas de huelga en la tarde del día
2 alegando que el rector se había "rajado"versión que sólo
existió en la mente de quienes lo propagaron y le hicieron
el flaco favor a su dirigente que negociaría un 20.5 % global.
La desinformación, el doble lenguaje y la simulación empezaban
a ser las armas que algunos miembros de línea dura al interior
del sindicato y los oportunistas de siempre, comenzaron a esgrimir.
Nocturno en si bemol;
la víspera en el edificio de SPAUAN.
La noche del día primero, hablé por teléfono
con Ildefonso para comentárselo y negó lo ocurrido,
diciendo que todo eran chismes;
le solicité vernos y, en un gesto de buena voluntad, le pedí ir
al sindicato y reiterar que era imposible conseguir
apoyo externo.
Gilberto Martínez me había insistido que no había
ninguna respuesta
del señor gobernador Don Rigoberto Ochoa Zaragoza;
y que además estaba fuera de la ciudad.
Llegé al edificio del SPAUAN a las 11 de la noche, luego de que se
habían despedido todos los miembros del comité
que allí se encontraban; la plática versó sobre la imposibilidad de condiciones para conseguir los
recursos que permitieran dar el aumento que él solicitaba.
Me volvió a subrayar dos cosas; "tienen que escucharnos",
"tengo confianza que nos van a ayudar",contestó;
le reclamé moderadamente, al rector
"C.P. Alberto Rivera Domínguez
nunca le hiciste esto,¿ porque hasta ahora ?
Creo que te he jugado siempre con las cartas abiertas
y nunca te he ocultado nada, lo que te ofrezco de más
es un esfuerzo adicional que la SEP no apoya, y que sacaremos
de sacrificar recursos propios destinados a apoyar tareas prioritarias.
Su respuesta fué la misma , "no te preocupes, nos van
a ayudar"siguió siendo su respuestay ante la nueva solicitud
de que yo compareciera ante los delegados me contestó
con una sonrisa sarcástica y solo dijo "ahí están,
habla con ellos....."lo cual volví a interpretar como una negativa :
El juego que él jugaba era distinto.
Andantino Marziale, quasi moderato;
la mañana del día "D".
El día 2 de marzo ha sido uno de los más largos de mi vida;
desperté pensando que tenía que llamar al Lic. Sigfrido de la Torre
Miramontes, Secretario General de Gobierno,
para informarle personalmente de la situación .
Sabía que una huelga en la Universidad Autónoma de Nayarit, no sólo era un problema institucional.
En la coyuntura preelectoral, un conflicto universitario deja el
caldo de cultivo propicio para que todos los
grupos políticos
estatales se muestren dispuestos a llevar agua a su molino
y presentarse después como savadores.
Tenía la conciencia de que el problema era de seguridad estatal.
Propicio para cobrar revancha de la sucesión rectoral en algunos casos,
mejor para posicionarse en la lucha por espacios electorales
en otros;
no solo se trataba de una negociación salarial de la institución
y la viabilidad de un nuevo proyecto universitario.
Todo lo que estabamos intentando hacer para mejora la
Universidad Autónoma de Nayarit
estaba en riesgo.
Llamé a la Secretaria Generalde Gobierno, no encontré al titular
pero su secretario particular se ofreció a localizarlo y llamarme
en cunto lo encontrara.
A las 9:30 horas, los miembros del comité
ejecutivo del SPAUAN y el equipo financiero-legal
de la institución tomábamos café en un local contiguo
a la Junta de Conciliación y Arbitraje y allí
entró la primera llamada del Lic. Sigfrido de la Torre;
Me agradeció la llamada y me dijo que él buscaria
al señor gobernador Don Rigoberto Ochoa Zaragoza;
y le informaría del problema.
Llegamos a la junta como a las 10:00 horas y nos pasamos a un
privado de la junta especial No. 3, donde el Lic. Cobían
nos instó a platicar y llegar a un acuerdo.
Las pláticas tuvieron dos momentos diferentes :
uno por la mañana y otro por la tarde;
La sesión matutina se nos fué en esperar la llamada
salvadora cargada de dinero;
Ildefonso confiando en que llegaría y yo insistiendo en que
no habia condiciones ni esperanzas de que eso sucediera.
Para eso, y saltando todos los acuerdos que anteriormente
habíamos tomado, planteó que su petición era de 21 % de
aumento retroactivo a enero y que a partir de marzo
hubiera incrementos mensuales de 0.5 % hasta diciembre
lo cual haría un total del 26 %
Le expliqué claramente que yo había jugado limpio
y lo que tenía que ofrecerle era lo que le había dicho
desde siempre, que no escondía nada y que él sabía
que los recursos adicionales solo podrían salir
del gobierno estatal y que la falta de respuesta
desde siempre yo la consideraba como una negativa
y que él ahora seguía insistiendo sin ningún fundamento.
Dos veces más llamó el Lic. Sigfrido de la Torre para
decirme que no había localizado al gobernador que se
encontraba en Tonalá y que posiblemente
estuviera trasladándose de la ciudad de México a Guadalajara.
Faltando pocos minutos para las doce, y previniendo a
Ildefonso de las inconveniencias de la huelga,
le advertí que él cargaría con la responsabilidad
histórica y política de parar la
Universidad Autónoma de Nayarit
después de 10 años.
Viendo la situación, comenzé a darle la lista de los lugares que
yo pedía se respetaran y no se cerrarán : Servicios Médicos,
el Site de la Red Universitaria de Cómputo , los
espacios con experimentos en la Dirección de Investigación
y en las facultades , así como la Contraloría
y las oficinas de rectoría en las calles de San Luis esquina
con la Av. Juárez.
Llegaron las doce y consideré que la institución estaba en
HUELGA;
Ildefonso salió del privado y dió ordenes a los
miembros del comité para que se fueran a la Universidad
Autónoma de Nayarit;
habló por teléfono y dijo : "coloquen las banderas".
Yo le pedí al Lic. Víctor Luna que viera las condiciones
de entrega de los edificios que, para mí debería de ser
notariada, inventariando y ordenando todas las instalaciones;
"deje hacer el último intento" me pidió el Lic.
Víctor Luna, diestro en éstas lides, y comenzó a
parlamentar con el Lic. González Pineda y con Ildefonso.
Las llamadas se sucedían, el líder del SETUAN,
Luis Manuel Hernández Escobedo
me llamó y le informé lo sucedido, me llamó el lider de la FEUAN
y me dijo que estaba con algunos cien estudiantes atrás
de la torre de rectoría a los cuales les informaría
del estallamiento de la huelga.
Siempre me manifestó su oposición a que estallara el paro
y me aseguraba que todos los estudiantes se opondrían
con firmeza.
Le recomendé, en ese momento, que no se enfrentara,
que si llegaban miembros del sindicato con las
"banderas rojinegras" le solicitaba que no
interfirieran con quienes las colocarían
y que era muy importante mantener la calma
y no provocar ningún enfrentamiento.
Le pedí vernos en la oficina de las calles de San Luis
esquina con Av. Juárez y me comentó que no
me preocupara, que él estaría ahí
un rato más tarde.
Después me entendería que la reunión de información se
convertiría en un mitín que aglutinó a cerca de dos mil
estudiantes que decidieron marchar por la avenida México
hasta Palacio de Gobierno, pidiendo el fín de la huelga.
Diez minutos pasaron después de la solicitud del Lic. Víctor
Luna y me informó que ya había conseguido la prorroga,
pero que los miembros del SPAUAN enogados por
la intervención de los estudiantes, lo cual fué confirmado
después por el reclama airado y descompuesto de Ildefonso;
"¿porqué metes estudiantes, van a golpear maestros o qué ?"
reprochó.
"Al contrario, siempre pedí que NO se metieran y acabo de pedir
al lider de la FEUAN que se retiren del campus y NO provoquen,
ni caigan en provocaciones."
Repliqué; fué un momento decisivo; la participación de los
estudiantes metía un ingrediente que el comité del SPAUAN
no había considerado en una situación de conflicto.
Durante el intercambio de reclamos, volvió a llamar el
Lic Sigfrido de la Torre y nos invitaba a trasladarnos a su oficina en
Palacio de Gobierno para platicar con nosotros, que ya se había
comunicado con el gobernador Don Rigoberto Ochoa Zaragoza;
y quería expresarnos su mensaje.
Se lo comuniqué a Ildefonso y nos trasladamos separadamente
hacia allá;
llegé a palacio minutos después de terminar la concentración
y al bajarme en la puerta central de la avenida México
los estudiantes que ahí se encontraban comenzaron a aplaudir.
Sentí su apoyo y me emocioné. Sabía que no podía defraudarlos.
Los intereses generales de todos valen mucho más que los intereses de un
individuo o de un grupo.
Llegé a la sala de juntas y el Secretario General de Gobierno
se encontraba reunido con los dirigentes estudiantiles
que habían encabezado la marcha.
Atendiéndolos amablemente, comentó que el gobierno del estado
veía con preocupación el hecho de que se paralizaran
las actividades y la Universidad Autónoma de Nayarit dejara de cumplir con las
funciones establecidas y que algunos representantes de la
prensa decían que había un gran trasfondo político en el
movimiento de huelga.
Terminada la reunión con los estudiantes, nos pasó a su despacho
donde ya estaba Ildefonso esperándonos;
en presencia del lider de la FEUAN, el Lic. Madero y Héctor López
Santiago; el Lic. Sigfrido de la Torre reafirmó la preocupación
de Don Rigoberto Ochoa Zaragoza, comentó la sugerencia
del Ejecutivo de realizar
una Auditoría, "a los intestinos de la Universidad
Autónoma de Nayarit"
que revisara las nóminas del personal académico y administrativo
y aquellos que no tuvieran ninguna función fueran despedidos.
Le comenté cual había sido mi posición y que en la próxima reunión
del Consejo General Universitario lo plantearía a la
asamblea.
Ildefonso insistió que el problema de la deshomologación de
salarios es un problema que "tronaría" tarde o temprano,
con él o sin él y que el gobernador
Don Rigoberto Ochoa Zaragoza;
le había prometido ayudarlo.
Siempre amable, el Secretario General de Gobierno nos indicó que
el Ejecutivo del estado estaría en Tepic por la tarde,
por lo que saludaba la descisión de prorrogar el estallamiento de
huelga y que él nos llamaría entre seis y siete para informarnos
donde nos entrevístariasmos con el mandatario.
Andante lugubre con Adagio Lamentoso;
la prorroga, el paro virtual, la desinformación.
Salimos de palacio cerca de las tres de la tarde y me informaron
que hubo algunos incidentes en el Complex y en Economía al ubicar
las banderas y cerrar las instalaciones por los huelguistas no
sabían nada del procedimiento de entrega de las instalaciones,
pero tampoco se habían enterado de que la
huelga no había estallado.
Es más, el informe que me habían proporcionado establecía que sólo
algunos miembros del comité central y de las delegaciones escolares
fueron quienes colocaron las banderas rojinegras en los edificios
de la Ciuda de la Cultura y que el desorden interno privaba.
De las oficinas del SPAUAN de la calle 12 de octubre salió la
orden de poner las banderas de huelga y no quitarlas, aún cuando
sabían de la prórroga;
El "borrego"soltado para dejarlas fué que el rector se había
rajado. Que una noche antes había aceptado otorgarles el 21 %
y que llegando a la junta había dado marcha atrás a la
desición.
Me imaginé pensando quien hablaba de "rajarse", pero inmediatamente
reflexioné si no se trataba de una maniobra de provocación;
rápidamente, pedí a los vigilantes que al abrir los accesos
de la Universidad Autónoma de Nayarit no quitaran ninguna bandera, ni entorpecieran el accionar
de los paristas.
La guardias fueron ralas, aún cuando en algunos casos
organizadas. Preparatoria Uno y Comercio se distinguieron
aún cuando no recibieron al igual de las escuelas foráneas,
el aviso de que la huelga se había pospuesto para las doce de
la noche; incluso, ante algunos reclamos salió otro rumor;
mantener el paro había sido un acuerdo con el rector.
Nada más absurdo, pensé. Aquí lo importante era no caer en
ninguna provocación. Fué interesante ver algunos nuevos miembros
del sindicato, aviadores en el pasado inmediato, ahora
investidos con la camiseta de sindicalistas, haciendo guardia,
transformados en rabiosos defensores de los derechos de los
trabajadores académicos.
Seguramente, en busca de impunidad perdida. Porros en otro tiempo,
no tardarían mucho en desbordar su verdadera y escondida naturaleza.
Prolongar el paro atraería esa clase de demonios y era mejor detenerlos.
Sherzo, la enconada negociación vespertina;
regateo contra responsabilidad histórica.
Por la tarde, encontrándome en una reunión de directores, Maldonado se
comunicó conmigo. Ildefonso estaba esperándome en la
Junta de Conciliación
y Arbitraje. Pensé que esperaríamos la llamada del gobernador
como la fundamental. Pero ahora había cambiado de estrategia.
en el mismo privado, a las 18:45 horas, me propuso : "dame el 21 %
y firmamos ya y me comprometo contigo a tomar todas las medidas necesarias
para ahorrar recursos y conseguirlos en el próximo gobierno".
Tarde tres horas en que no se trataba de regatear, que cualquier recurso
adicional al 17.9 % sería sacado del gasto de operación y que ello
nos implicaria un gasto mayor a tres millones de pesos que no tenemos
y que la responsbilidad de mi parte es muy grande para
fácilmente decir que sí aunque no tengamos con que pagar.
Una nueva llamada del Secretario General de Gobierno nos informaba
que el gobernador no nos recibiria hasta las 16:00 horas de otro día
por lo que nos conminaba a resolver el problema o a continuar con
las pláticas sin estallar la huelga, que virtualmente estaba estallada.
Consultamos con los abogados la posibilidad de amarrar un compromiso
de la búsqueda de homologación; el Lic. González Pineda, abogado del
sindicato, completamente falto de tacto y con evidentes ánimos de romper
las negociaciones, planteó que eso y nada era lo mismo,
como si lo que se estaba discutiendo fueran papeles o que los
compromisos que como rector quería asumir no significaran nada.
El león ve siempre su pelambre en todos los animales de la selva,pensé.
Maestro de historia al fín, me acorde del "tata Lázaro",
cuando los abogados de las firmas petroleras le preguntaron
quién respondía por la palabra del general , pues no tenían ninguna
garantía.
Es que la dignidad no las necesita; quien no se atreve a asumir
con su palabra un compromiso histórico con su Universidad
Autónoma de Nayarit no
merece ser llamado universitario.
Otras dos horas fueron de un intenso debate jurídico entre los Licenciados
Víctor Luna y González Pineda y con la participación, de buena voluntad,
del Lic. Crecenciano Hernández Hernández y del Lic. Cobían,
ambos funcionarios
de la Junta de Conciliación y Arbitraje; todos estuvieron a punto de
echar por la borda los intentos de negociación que habían sido pacientemente
tejidos.
Cansado de argumentos jurídicos, consulté con los
financieros de la Universidad Autónoma de Nayarit la
posibilidad de llegar a un 20 % con un bono que no fuera regularizable
al salario mientras no se consiguiera subsidio adicional para ello.
Fórmula de economista, para solucionar el problema; establecía mi
compromiso, castigamos al resupuesto, pero lo amarrábamos a conseguir dinero
adicional.
Ildefonso lo vió como una salida, pero después de una consul¤ta con
el Lic. González Pineda volvió a solicitar el 21 % ¿Será por el
rumor que hicieron correr al mediodía ? Pensé, pues era mucha la
terquedad.
20 % le volví a reiterar y le recalcaba que ahora, la solución
del problema la habíamos trasladado a la Universidad
Autónoma de Nayarit. Que él siempre
pensó que el gobierno del estado le cumpliría y ahora, al final,
los universitarios asumiríamos los costos y la solución del problema que se
había metido.
"Dame el 1 % en octubre", fué otra propuesta a la que contesté que
no era problema de regateo, sino de dónde sacamos los recursos.
"Dame el 0.5 % entonces", y ya, sin abogados de por medio,
llegamos a la conclusión del bono adicional de una cantidad
equivalente al 1.5 % del salario de 1998, regularizable sólo
si se conseguía subsidio adicional para ello.
Eran, sandwich de por medio, las 23:55 horas del día 2 de marzo de 1999,
CINCO minutos antes de que el plazo feneciera.
Finale; moderatto assai
en búsqueda en las lecciones del movimiento.
Allí terminaba el primer intento serio de huelga después de
10 años sin experimentarla. Este solo ha sido un esfuerzo
descriptivo, todavía escrito con el corazón caliente por los
acontecimientos pero con la cabeza fría por la obligada
reflexión que hay que hacer de ellos.
Sin embargo, están sujetos a la interpretación de quienes,
desde fuera del ojo del huracán, notaron tendencias que desde
adentro son imposibles de ver.
El compromiso con la verdad y con la comunidad universitaria
son las fuerzas que empujaron éste escrito. La responsabilidad
histórica con la Universidad Autónoma de
Nayarit y los universitarios fueron,
son y seguirán siendo las fuentes primarias de mi proceder.
AUTOR :
M.C. Francisco Javier Castellón Fonseca.
Rector de la Universidad Autónoma de Nayarit
Tepic, Nayarit a 7 de Marzo de 1999.