Dame, oh Señor, un HIJO que sea lo bastante fuerte para saber
cuándo es débil, y lo bastante valeroso para enfrentarse
consigo mismo cuando sienta miedo; un HIJO que sea orgulloso e
inflexible en la derrota honrada, y humilde y magnánimo en
la victoria.
Dame un HIJO que nunca doble la espalda cuando debe erguir el pecho;
un HIJO que sepa conocerte a Tí..... y conocerse a sí
mismo, que es la piedra fundamental de todo conocimiento.
Condúcelo, te lo ruego, no por el camino cómodo y
fácil, sino por el camino áspero, aguijoneado por las
dificultades y los retos. Allí déjale aprender a sostenerse
firme en la tempestad y a sentir compasión por los que fallan.
Dame un HIJO cuyo corazón sea claro, cuyos ideales sean altos;
un HIJO que se domine a sí mismo antes que pretenda dominar a
los demás; un HIJO que aprenda a reir pero que también
sepa llorar; un HIJO que avance hacia el futuro pero que nunca olvide
el pasado.
Y después que le hayas dado todo eso, agrégale, te suplico,
suficiente sentido del buen humor, de modo que pueda ser siempre serio
pero que se tome a sí mismo demasiado en serio. Dale humildad para
para que pueda recordar siempre la sencillez de la verdadera grandeza,
la imparcialidad de la verdadera sabiduría, la mansedumbre de la
verdadera fuerza.
Entonces YO, su PADRE, me atreveré a murmurar :
"NO HE VIVIDO EN VANO".
Ultima modificación:
25 de Enero de 2000.
TEPIC, NAYARIT, MEXICO.