AMADO NERVO
Transcurre 1870.
En una pequeña ciudad de la costa del Pacífico, en la
República Mexicana, hay una parroquia cuya torre tiene un solo
cuerpo, cuatro campanas y un reloj;
en frente de ella, hacia el Oeste, se encuentra la Plaza Principal:
un vasto predio en donde crecen algunos arbustos, adornado con grandes
faroles y una fuente, en espera de que se le convierta en jardín;
a pocos pasos del templo, en una casa que está en la calle inmediata
posterior, ha nacido un niño, el 27 de agosto de 1870.
Días después se le lleva a esa parroquia, y en el libro de
bautismos, número 45, folio 34, se asienta esta partida :
En la Iglesia parroquial de Tepic, a nueve de septiembre de mil ochocientos
setenta: Yo el Presbo. Néstor Zárate, Cura encargado de este
Curato bautizo solemnemente a un niño de trece días de nacido
en esta ciudad a las once y tres cuartos de la noche a quien le puse por
nombre JOSE AMADO: hijo legítimo de Don Amado Nervo y de
Doña
Juana Ordaz: abuelos paternos, Don Francisco Ruiz de Nervo y Doña Luisa
Maldonado: abuelos maternos, Don Pascual Ordaz y Doña Cecilia
Nuñez: padrinos el Presbo. señor. Lic. Don José
Ma. Solano y Doña Daría Ordaz, personas instruidas en su
obligación y parentesco espiritual. Y para constancia lo firmé.
Néstor Zárate (Rúbrica.)
La casa en que vio la luz Amado Nervo tiene actualmente el número
284 Norte, de la calle de Zacatecas, en donde hoy se encuentra
La Casa Museo Amado Nervo.
Entonces esta región ( hoy Estado de Nayarit ) era Distrito
Militar del Gobierno Supremo de la República señoreado por el
Gral. Manuel Lozada y a la sazón envuelto en contiendas civiles.
El Jefe Político era don Juan Sanromán y el Presidente de
México el Lic. Benito Juárez García. Hacía tres años
que Maximiliano, Miramón y Mejía habín sucumbido en el
Cerro de las Campanas.
El Distrito Militar de Tepic antes había sido Séptimo Cantón
de Jalisco.
El poeta Amado Nervo Ordaz
murió el 24 de Mayo de 1919 en Montevideo, Uruguay; siendo
Embajador Plenipotenciario en Argentina, Uruguay y Paraguay.
Fotografía de Amado Nervo
AUTOBIOGRAFIA
¿ Versos Autobiográficos ? Ahí están mis canciones,
allí están mis poemas : yo, como las naciones venturosas,
y a ejemplo de la mujer honrada, no tengo historia: nunca me ha sucedido
nada, ¡ oh noble amiga ignota !, que pudiera contarte.
Allá en mis años mozos, adiviné del Arte la
harmonía y el ritmo, caros al Musageta, y, pudiendo ser rico,
preferí ser poeta.
---¿ Y después ?
---He sufrido como todos y he amado.
---¿ Mucho ?
---Lo suficiente para ser perdonado...
Fotografía de Amado Nervo en traje Diplomático.
COBARDIA
Pasó con su madre. ¡ Qué rara belleza ! ¡
Qué rubios cabellos de trigo garzul ! ¡ Qué ritmo
en el paso ! ¡ Qué innata realeza de porte ! Qué
formas bajo el fino tul...
Pasó con su madre. Volvió la cabeza: ¡ Me clavó
muy hondo su mirada azul !
Quedé como en éxtasis...
Con febril premura, ¡ Síguela ! gritaron cuerpo y alma al
par.
...Pero tuve miedo de amar con locura, de abrir mis heridas, que suelen
sangrar, ¡ y no obstante toda mi sed de ternura, cerrando los ojos,
la dejé pasar !
Fotografía de Ana Cecilia Luisa Dailliez."
A MARGARITA
El Sol y la Nieve, por causas misteriosas que no es del caso analizar,
tuvieron cierta mañana de invierno un serio disgusto.
El Sol piadoso, escuchando el mudo ruego de los campos, quería
calentarlos para que diesen flores. Porque el astro divino ufánase
de ver que sus besos de oro calientan los gérmenes escondidos,
y de que, como fruto de este amor, nacen corolas maravillosas.
Pero la Nieve, mujer al fin, ansiaba todo el campo para ella: quería
extender sobre él su blanca misteriosa. Parecíale que,
dorada por el Sol, plateada por la luna, azulada por el reflejo del cielo,
era más bella que todas las flores; era una prodigiosa cosecha de
lirios... sin perfume, pero con luz. Lucharon y discutieron en vano.
El Sol, más poderoso que la Nieve, hubiera podido derretirla,
licuarla, y hacer que así, penetrando en la tierra, sirviese a
sus fines misericordiosos y ayudase con su riego escondido a la
germinación de las flores... Pero no quiso hacerle tanto mal;
era mujer, blanca, silenciosa (eso de silenciosa es una gran cualidad en
las mujeres); fría, lo contrario que él (las cualidades
contrarias hacen que nos amemos las mujeres y los hombres); y el Sol la
amaba...
Resolvío, pues, transigir; celebrar con ella un pacto, y este
pacto fue el siguiente:
"Vamos a formar entre los dos la flor que piden los campos; tú
le darás tu blancura infinita, y yo pondré en medio de
ella una imagen de mí mismo, de mi oro radioso y eterno que calienta
a los hombres y hace que germine la vida en la tierra negra y fuerte".
La Nieve accedió, a condición de que la blancura de ella
diese a la flor fuera más que el oro que el Sol la otorgase;
la Nieve ---mujer al fin--- es muy exigente.
Y así fue. Y del pacto del Sol y de la Nieve nació una
flor incomparable, estrella y Sol, oro y plata, alabastro y fuego,
querubín de cabaza rubia y alas blancas. Nació la
MARGARITA.
Mas ¡ay!, que no por ese pacto habián terminado los
disgustos... El cielo azul, furioso de que ni el Sol ni la Nieve
hubieran pedido su colaboración para formar la flor milagrosa,
amenazó con encapotarse y no dejar que la y no dejar que la luz
del astro diese vida la MARGARITA naciente... Grave era el caso.
Ruda fue la disputa. Pero el Sol, más sabio siempre que todas
las cosas, encontró un medio de conciliación.
"La flor ---dijo al cielo azul--- ya está formada, y seria necio
añadir algo a su oro y a su blancura incomparables. Pero nacerá
una mujer que será como una flor... Nacerá en París,
y tú, Nieve, le darás tu blancura; yo, Sol, el oro obscuro
de sus cabellos y el sonrosado de sus mejillas; y en cuanto a ti,
cielo azul, para que ayudes a la obra primaveral y amoniosa, te permito
que pongas en sus ojos todo su azul de mayo y todo tu suave y
aristocrático gris azulado de diciembre".
Y de esta suerte nació Margarita D'Asseo, a la que tiernamente dedico esta
historia.